Una serie de extrañas cartas recibidas por un hombre de ciencia en 1956 hablaban de unos experimentos secretos que habían vuelto invisible un destructor de la marina de los Estados Unidos y lo habían teletransportado de un lugar a otro.
El "Experimento Filadelfia" es el nombre que recibió un supuesto experimento ultrasecreto llevado a cabo por la marina de los Estados Unidos en 1943, en el transcurso del cual un barco se volvió invisible y fue teletransportado de un muelle a otro.
Eldridge el barco que se des materializo en el mar para luego tele transportarse |
El secreto parece empezar a desvelarse cuando Morris Ketchum Jessup, el controvertido científico, profesor durante los años 20 de astronomía y matemáticas en la Universidad de Drake, en Iowa, y en la Universidad de Michigan. Mientras preparaba su doctorado realizó investigaciones que llevaron al descubrimiento de varias estrellas dobles que, posteriormente, fueron catalogadas por la Royal Astronomical Society.
"The case for the UFO" fue publicado en Nueva York en 1955. A lo largo del libro, Jessup pedía a sus lectores que presionaran a sus representantes políticos para que exigieran investigaciones acerca de la teoría del campo unificado, problema con el que se había enfrentado Einstein durante los últimos veinte años de vida, y que -creía Jessup- podría aclarar la incógnita de la fuerza propulsora de los OVNIS
El 13 de enero de 1956 Jessup recibió la primera de dos cartas de un lector que firmaba Carlos Miguel Allende y también Carl M. Allen. En sus incoherentes cartas, llenas de faltas de ortografía y de puntuación, Allende advertía a Jessup que debía olvidar su interés por la teoría del campo unificado. Una versión de esta teoría había sido aplicada por la marina norteamericana en 1943 -decía- en un experimento que había vuelto invisible a un barco, con terribles resultados para su tripulación. Jessup contestó a su corresponsal pidiendo más detalles. Allende no pudo proporcionarle más información.
Vista aèrea de la base naval de Filadelfia donde se llevo a cabo el experimento |
El libro pasó a manos de dos oficiales de la ONR, el comandante George W. Hoover, Oficial de Proyectos Especiales, y el capitán Sidney Sherby. Éstos invitaron a Jessup a Washington, le enseñaron el libro y le preguntaron si podía hacer algún comentario. Jessup dijo que, por la letra, uno de los autores era Allende, y después entregó las cartas de Allende a Hoover y Sherby.
¿Que Sucedio en el Experimento Filadelfia?
El viernes 13 de agosto de 1943, el crucero Eldrídge, de la marina de los Estados Unidos, zarpó del puerto de Filadelfia para participar en un experimento secreto. A su bordo llevaba varias toneladas de aparatos eléctricos, con cientos de lámparas y bobinas. El barco había sido botado el 25 de julio de 1943 y medía 92 metros de eslora, con un desplazamiento de 1.240 toneladas y 1.520 a plena carga. Todavía no había entrado en servicio activo cuando poco después, el 13 de agosto de 1943, levó anclas de su amarradero, acompañado por el carguero Furuseth, un veterano de los convoyes al África. A bordo de esta última nave iba un grupo de científicos y una tripulación reducida de hombres escogidos, entre los cuales se encontraba el marinero de primera Carlos M. Allende. Este contó de la siguiente manera lo que presenció aquel viernes fatídico desde su puesto de trabajo, situado al lado del puente de mando. "A unas pocas millas del muelle, uno de los hombres de civil que estaba en la timonera ordenó por la radio al comandante del crucero que encendiera los generadores. Entonces, alrededor del crucero comenzó a fluir con gran fuerza un singular campo de energía, perfectamente visible, que giraba en torno de la nave en sentido contrario a las agujas del reloj.
Vi que el aire que rodeaba al barco se volvía un poco más oscuro que el resto de la atmósfera. A los pocos minutos vi levantarse del agua una bruma verdosa, similar a una nube muy tenue. De pronto, el barco desapareció completamente y nosotros experimentamos una gran sacudida. Varios de nuestros hombres se desmayaron y a muchos comenzó a salirles sangre de la nariz. En pocos segundos el flamante barco de guerra ya no estaba en su sitio, pero en la superficie del mar podía verse claramente la marca de su peso al desplazar el agua. Sencillamente se había hecho invisible y no quedaban rastros ni de él ni de los hombres que iban a bordo. Antes de que se esfumara del todo vi que uno o dos marineros que estaban en estribor se desintegraban por completo. Todo comenzó con un desagradable zumbido, que fue aumentando de volumen hasta convertirse en un silbido inaguantable, que culminó en una violenta explosión. En el puente en donde yo estaba reinaba una confusión absoluta y las órdenes se sucedían unas tras otras. Uno de los civiles, el que parecía estar al mando de todo, gritó por la radio que apagaran los generadores.
Cuando miré hacia tierra, vi que dos hombres desaparecían mientras corrían aterrados. Yo no sabía qué hacer, pues en ese momento no comprendía lo que estaba pasando. Habían transcurrido unos pocos minutos cuando aquella bruma verdusca comenzó a dispersarse y sin zumbidos ni manifestación alguna que lo anunciase, el crucero comenzó a materializarse de nuevo, desde la popa a la proa, como había ocurrido en el instante en que se hizo invisible. Pude observar que los hombres que estaban en cubierta sufrían fuertes convulsiones; más tarde supe que varios habían desaparecido y que nunca más se volvió a saber de ellos. Ese instante repercutió negativamente en la mayoría de quienes estuvieron involucrados en ese experimento y muchos perdieron la razón, padecieron alucinaciones o sufrieron horribles dolores y enfermedades.
A mí también me afecto Ese campo eléctrico que se formó en torno de la nave cayó también sobre una parte de nuestro barco. Era como una lámina de electricidad pura. La corriente tenía tanta potencia que casi me hizo perder el equilibrio. Por suerte no quedó con todo el cuerpo dentro de esa corriente, pues de haberlo hecho me hubiese tirado sobre la cubierta. Sólo alcanzó a tocarme el brazo derecho, y era tan denso ese campo que me dió un gran golpe y todo el costado me quedó dolorido. Aún me pregunto por qué no fui electrocutado por esa lámina de electricidad. Supongo que fue porque yo tenía las botas de goma puestas, como el resto de la tripulación, por orden de los ofíciales superiores.
Fue un momento horrible, y sólo mucho más tarde me di cuenta de que aquel día la ciencia había dado un gran paso, y que la Marina, temerosa de las consecuencias de un experimento que había salido de control y matado a varias personas, trató de ocultar por todos los medios.'
El viernes 13 de agosto de 1943, el crucero Eldrídge, de la marina de los Estados Unidos, zarpó del puerto de Filadelfia para participar en un experimento secreto. A su bordo llevaba varias toneladas de aparatos eléctricos, con cientos de lámparas y bobinas. El barco había sido botado el 25 de julio de 1943 y medía 92 metros de eslora, con un desplazamiento de 1.240 toneladas y 1.520 a plena carga. Todavía no había entrado en servicio activo cuando poco después, el 13 de agosto de 1943, levó anclas de su amarradero, acompañado por el carguero Furuseth, un veterano de los convoyes al África. A bordo de esta última nave iba un grupo de científicos y una tripulación reducida de hombres escogidos, entre los cuales se encontraba el marinero de primera Carlos M. Allende. Este contó de la siguiente manera lo que presenció aquel viernes fatídico desde su puesto de trabajo, situado al lado del puente de mando. "A unas pocas millas del muelle, uno de los hombres de civil que estaba en la timonera ordenó por la radio al comandante del crucero que encendiera los generadores. Entonces, alrededor del crucero comenzó a fluir con gran fuerza un singular campo de energía, perfectamente visible, que giraba en torno de la nave en sentido contrario a las agujas del reloj.
Vi que el aire que rodeaba al barco se volvía un poco más oscuro que el resto de la atmósfera. A los pocos minutos vi levantarse del agua una bruma verdosa, similar a una nube muy tenue. De pronto, el barco desapareció completamente y nosotros experimentamos una gran sacudida. Varios de nuestros hombres se desmayaron y a muchos comenzó a salirles sangre de la nariz. En pocos segundos el flamante barco de guerra ya no estaba en su sitio, pero en la superficie del mar podía verse claramente la marca de su peso al desplazar el agua. Sencillamente se había hecho invisible y no quedaban rastros ni de él ni de los hombres que iban a bordo. Antes de que se esfumara del todo vi que uno o dos marineros que estaban en estribor se desintegraban por completo. Todo comenzó con un desagradable zumbido, que fue aumentando de volumen hasta convertirse en un silbido inaguantable, que culminó en una violenta explosión. En el puente en donde yo estaba reinaba una confusión absoluta y las órdenes se sucedían unas tras otras. Uno de los civiles, el que parecía estar al mando de todo, gritó por la radio que apagaran los generadores.
Cuando miré hacia tierra, vi que dos hombres desaparecían mientras corrían aterrados. Yo no sabía qué hacer, pues en ese momento no comprendía lo que estaba pasando. Habían transcurrido unos pocos minutos cuando aquella bruma verdusca comenzó a dispersarse y sin zumbidos ni manifestación alguna que lo anunciase, el crucero comenzó a materializarse de nuevo, desde la popa a la proa, como había ocurrido en el instante en que se hizo invisible. Pude observar que los hombres que estaban en cubierta sufrían fuertes convulsiones; más tarde supe que varios habían desaparecido y que nunca más se volvió a saber de ellos. Ese instante repercutió negativamente en la mayoría de quienes estuvieron involucrados en ese experimento y muchos perdieron la razón, padecieron alucinaciones o sufrieron horribles dolores y enfermedades.
A mí también me afecto Ese campo eléctrico que se formó en torno de la nave cayó también sobre una parte de nuestro barco. Era como una lámina de electricidad pura. La corriente tenía tanta potencia que casi me hizo perder el equilibrio. Por suerte no quedó con todo el cuerpo dentro de esa corriente, pues de haberlo hecho me hubiese tirado sobre la cubierta. Sólo alcanzó a tocarme el brazo derecho, y era tan denso ese campo que me dió un gran golpe y todo el costado me quedó dolorido. Aún me pregunto por qué no fui electrocutado por esa lámina de electricidad. Supongo que fue porque yo tenía las botas de goma puestas, como el resto de la tripulación, por orden de los ofíciales superiores.
Fue un momento horrible, y sólo mucho más tarde me di cuenta de que aquel día la ciencia había dado un gran paso, y que la Marina, temerosa de las consecuencias de un experimento que había salido de control y matado a varias personas, trató de ocultar por todos los medios.'
Las Cartas que Envió Allende
Estimado doctor Jessup:
Su invocación al público para que se mueva en masa sobre sus representantes y haya así suficiente presión colocada en un correcto y suficiente número de lugares donde pueda ser aprobada una ley para que la Teoría del Campo Unificado del doctor Albert Einstein (1925-27) sea puesta en práctica no es nada necesaria.
Se usaron los "resultados" de mi amigo Dr. Franklin Reno... Los resultados fueron y son hoy prueba de que la Teoría del Campo Unificado hasta cierto punto es correcta... El "resultado" fue la completa invisibilidad de un barco, tipo destructor, y toda su tripulación. Estaba navegando. (Oct. 1943). El Campo fue efectivo en una forma esferoidal oblata que se extendía cien yardas (más o menos, debido a la posición lunar y latitud) fuera de cada lado del barco. Cualquier persona dentro de esa esfera se volvía de forma vaga pero él también observó a esas personas a bordo de ese barco como si ellas también estuvieran en el mismo estado y sin embargo estuvieran andando sobre nada. Cualquier persona fuera de esa esfera no podía ver nada, salvo la forma claramente definida del casco del barco en el agua...
Quedan muy pocos de la tripulación experimental original ahora, Señor. La mayoría enloqueció, uno salió a través de la pared de su alojamiento a la vista de su mujer e hijo y otros 2 miembros de la tripulación (No volvió a ser visto), dos "se fueron al Fuego" o sea se inmovilizaron y se incendiaron mientras llevaban unas brújulas comunes... (ardieron 18 días)... El experimento fue un éxito completo. Los hombres fueron fracasos completos.
Revise periódicos de Filadelfia buscando un parrafito (parte superior de la hoja, interior del periódico cerca del tercio final del periódico, 1944-46 en primavera u otoño o invierno, no en verano) de una noticia describiendo las acciones de los marineros después de su viaje inicial. Asaltaron un local en el astillero de la Marina "Gin Mill" o "Beer Joint" y causaron tanta conmoción y parálisis de las camareras que poco de comprensible se les pudo sacar, que el párrafo y el que lo escribió No Lo cree, y dice "Sólo escribí lo que oí y esas mujeres están locas..."
Le pido que haga este poco de investigación sólo para que se trague la lengua cuando recuerde lo que "pidió que se haga ley".
Muy irrespetuosamente suyo, Carl M. Allen
P.S. Ayudaré más si usted ve que puedo. (Z416175)
P.S. Ayudaré más si usted ve que puedo. (Z416175)
Días después:
Notas en adición y pertenecientes a la misiva...
Quiero mencionar que de algún modo también el Barco Experimental desapareció del muelle de Filadelfia y muy pocos minutos después apareció en otro muelle en Norfolk, Newport News, en la zona de Portsmouth. Éste fue señalado y claramente identificado como el lugar pero entonces el barco, de nuevo desapareció y volvió a su muelle de Filadelfia en sólo unos pocos minutos o menos. Esto también fue notado en los periódicos. Pero he olvidado en qué periódico lo leí o cuándo pasó. Probablemente al final de los experimentos. Podría haber sido en 1956, después de que terminaran los experimentos, no lo puedo decir con seguridad.
Muy sinceramente,
Carl M. Allen
Estimado señor Jessup:
Me pide lo que es equivalente a pruebas positivas de algo que sólo la duplicación de los dispositivos que produjeron "este fenómeno" podrían darle... Nunca podré satisfacer esa actitud... Puedo ser de alguna ayuda positiva para usted en mi mismo pero para hacerlo requeriría un Hipnotizador, Pentotal Sódico, un grabador y una excelente dactilógrafa para producir material de valor para usted...
Soy un contemplador de las estrellas Sr. Jessup. No lo disimulo y el hecho de que... estoy seguro de que el hombre irá adonde ahora sueña con estar... hacia las estrellas vía la forma de transporte con que tropezó accidentalmente la Marina (para consternación suya) cuando su barco exp. despegó y apareció un minuto después más o menos a varios cientos de millas marinas de distancias... Quizás la Marina ya haya usado este accidente de transporte para construir sus OVNIS. Eso es un avance desde todos los puntos de vista. ¿A usted qué le parece?????
Muy respetuosamente, Carl Allen.
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